HAZ I, ‘porción atada de leña u otros vegetales’ m., del lat. FASCIS íd.

1.ª doc.: faz, J. Ruiz, 1622c.

También en Sánchez de Vercial († h. 1426, Rivad. LI, 494). A causa del grupo SC la africada era sorda (ç) y la -e se mantuvo dialectalmente hasta fecha tardía: «hace de cosas menudas atado: fascis», Nebr., hace C. de las Casas (1570) y en el Inca Garcilaso, pero ya haz en el Quijote, Calderón y Covarr.; el plural hazes en los Argensolas es grafía tardía (Cuervo, Obr. Inéd., p. 406). En los romances y dialectos colaterales el grupo palatal SC evoluciona en s como en el resto de la Romania, y de ahí feix(e), conservado en portugués, gallego1 y catalán, y castellanizado en feje en León; en Aragón no se palatalizó la A, de donde *faxe, alterado luego en fajo por haberse percibido como postverbal de fajar: Aut. dice que en el sentido de ‘haz’ aquél es propio de Aragón, pero de ahí pasó al cast. en otro sentido, y hoy sigue siendo provincial de Guipúzcoa y Navarra en acs. derivadas. Del romance, el vasco ronc., sul. y b. nav. (h)axe «fardeau, transporté à dos d’homme», Luis Michelena, BSVAP XI, 294. Cultismo es fasces.

DERIV.

Vid. ACEGUERO. Hacedillo [Nebr.], hacezuelo. Hacina [«amontonamiento de hazes; archonium», «h. de leña: strues lignorum», Nebr.]; facina ast. ‘hacina cónica de hierba alrededor de un palo fijo en tierra, que le sirve de sostén’ (V); enfacinar ‘poner la hierba en facines’ (V); hacinar [S. XVII, Moret] o enhacinar; hacinación, hacinador, hacinamiento; faxina ast. ‘trabajo corporal hecho por mujeres para mover tierra, piedra, etc., en cestos que cargan en la cabeza’; faxinar ‘trabajar en la faxina’; faxín o faxineru ‘dicho cesto’; faxinera ‘la que faxina’ (V); gall. faxiña ‘actividad sin descanso’ (voz poco propagada) («xa dou comezo a ~ dun novo día» Castelao 149.26), port. fachina ‘manojo de palos en fortificación’, fazer fachina ‘estrago, destrozo’. Haza ‘porción de tierra labrantía’ [faza, a. 800, y frecuente en escrituras de los SS. X-XII, con las variantes gráficas fa(s)ca, fassa, y la variante dialectal aragonesa faxa: Cuervo, Obr. Inéd. 388, 423; M. P., Oríg., 312-3; Oelschl., s. v. faza y fasca; Cej. IX, § 181; ast. faza (V)] no procede del ár. ɅɊ ‘campo’, R. Martí, PAlc., según quieren Aldrete y Cuervo, sino del lat. FASCIA ‘faja’ (derivado de FASCIS), conservado con el mismo sentido en el cat. feixa (más parentela pirenaica en Krüger, VKR VIII, 349); en la ac. anticuada ‘montón o rimero’ es derivado romance de haz y se halla en Cervantes2; hazuela; faciar ast. ‘dividir en eras una finca’ (V). Fajares, derivado del arag. fajo. Fajina [1569, Ercilla], tomado del it. fascina íd. (derivado de fascio ‘haz’), en calidad de término militar; fajinada. Fascista [1922], fascismo, tomados del italiano. Sifué [Acad. 1899 o 1914], alteración del fr. surfaix íd. Cultismo: fascículo, de fascĭcŭlus ‘hacecillo’.

1 «Un feixe de foguetes» Castelao 198.1f. El gall. feixe designa además la ‘viga del lagar’ (como anotó ya Sarm. en 1745 y 1755, CaG. 62v, 206v), ac. que se extiende hasta el portugués trasmontano (Leite, Dial. Trasm. 21): detalle importante, porque aquí la x no puede venir ya de j como en gallego. No se indica si en esta ac. es masculino o femenino: parece pues que sea masc. como feixe ‘haz’. Sin embargo en la locución á feixe ‘todo de una vez’, ‘todo junto’ (capar el gato á feixe, agarrar á feixe, Vall.) parece que sea fem. Pero en estas locuciones está claro que se trata de feixe ‘haz’. En cuanto a la viga del lagar es más difícil de comprender la evolución semántica; según Sarm. «porque en lo antiguo apretarían con un feixe de madera o de tablas» o «porque fascis significa carga en general», explicaciones que me convencen poco. ¿Habría ahí un homónimo de otro origen? Una f- inicial en gallego-portugués no excluye la posibilidad de un vocablo prerromano (sorotáptico quizá). Sin embargo, la idea queda vaga; p. ej. es muy difícil que saliera de la raíz ieur. BHEU-/BH?- amplificada (IEW, 146-149), por más que ésta haya designado en germ., célt., etc. construcciones (con vigas u otra cosa, ingl. beam, p. ej.).―

2 «Mondaron luego la haza los ladrones, y de allí a dos días, después de haber trastejado mi amo las guarniciones y otras faltas del caballo, pareció sobre él en la plaza de San Francisco, más hueco y pomposo que aldeano vestido de fiesta», Coloquio de los Perros, ed. Cl. C. II, 276. Pero quizá no exista tal ac. pues es convincente la explicación de mondar la haza por ‘limpiar el campo’, ‘dejar desembarazado el sitio’, sugerida por ciertos comentadores (Fcha.).